Esta semana los kilómetros que nos separan de casa parecieron desaparecer. Saboreando la tortilla de patata y el pan tumaca, que con la ayuda de Corin y Joël pudimos preparar para nuestros amigos y amiga, nos hemos sentido como en casa.

La diversión continúa también por las noches gracias a que Justin y Yanick nos preparan juegos, bailes y canciones para pasar buenos ratos juntos/as.

También esta semana hemos tenidos varias salidas, Franco, el cura italiano, nos invitó a su casa dónde entre historia e historia pasamos la tarde. También visitamos Ekali, una reserva para gorilas y otros primates. Lo que más nos llamó la atención de esta reserva es que toda la población participa activamente en el proyecto cuidando el hábitat y el bienestar de estos animales.

El domingo invertimos el orden habitual de nuestra rutina y fuimos a la misa por la tarde a la Catedral de Mbalmayo. Para ello tuvimos que coger uno de los taxis típicos de esta ciudad: las motos, y hemos de decir que fue una experiencia inolvidable.

Durante esta semana el trabajo disminuyó, pero poco a poco y ladrillo a ladrillo las habitaciones ya están casi terminadas. Además, desde hace unos días tenemos una pequeña ayudante que aparece de entre los maizales. Se llama Danielle, y con sus 5 añitos y mucho remango nos echa una mano plantando el jardín y tamizando la arena.

El miércoles, mientras trabajábamos, Joël vino corriendo para darnos una grata sorpresa. Los trajes -por fin- habían llegado, justo a tiempo para la graduación de las chicas y chicos de la FP a la que Quentin, el director del Centro, nos había invitado. Hicieron falta un par de arreglos antes de que estuvieran perfectos y pudiésemos lucirlos como auténticos cameruneses. Tras la celebración hubo una gran comida para todos los invitados, que las propias graduadas habían preparado durante la noche previa.

Poco a poco vamos descubriendo cosas del país que nos acoge, cumpliendo así uno de los objetivos que nos habíamos marcado como grupo en España. Una de las voluntarias italianas que conocimos días atrás, nos había invitado a visitar el hospital donde lleva unos meses trabajando como enfermera. Esta visita fue muy interesante para todos/as, pero especialmente para las que estudiamos carrearas relacionadas con la salud. Mirábamos con ojos atentos y sin perdernos ningún detalle, las similitudes y diferencias entre los hospitales que ya conocemos y el que nos mostraba. Una de las cosas que más nos llamó la atención fue la Unidad de Medicina Preventiva, en ella conciencian y enseñan a la población sobre la importancia del lavado de manos y cómo prevenir el contagio de ETS y otras enfermedades.

Por su parte, Yanick, el director del centro La Salle Saint Mutien Marien, nos habló de la educación en Camerún, explicándonos las diferencias entre los dos sistemas educativos del país (francófono y anglófono) y los diferentes exámenes estatales que los alumnos y alumnas tienen que superar a lo largo de su vida escolar, para obtener los diferentes títulos. Lo que más nos llamó la atención, es que, si no superan el examen, no obtienen el título, aun habiendo aprobado todas las asignaturas del curso debiendo repetir al año siguiente el curso entero y presentarse de nuevo al examen final.

Seguimos tachando días en el calendario. Cada vez queda menos para hacer las maletas y las despedidas comienzan por parte de nuestros amigos. Se nota la experiencia de ser el séptimo grupo que pasa por aquí, y aunque estén más preparados, el adiós será muy duro para todos y todas. A pesar de esto, no dejamos que la tristeza nos afecte. Aun nos queda una semana para disfrutar al máximo del Mbalmayo y su gente.