Mirar al Sur / Noticias
RR HH - Voluntariado de Verano
Noticias enviadas por los Voluntarios/as de Verano, directamente desde el Sur: India, Bénin, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Etiopía, Guinea Ecuatorial, Mozambique, Rwanda, Tchad, Togo, Argentina, Guatemala, Nicaragua, Perú.
Hace más de un mes iniciábamos nuestros comunicados en www.miraralsur.org con estas frases antes de partir a Suranam (India) enviados por PROYDE:
Decía la hermana Teresa de Kalkota: “Nosotros mismos sentimos que lo que hacemos es sólo una gota en el océano. Pero el mar sería menor si le faltase esa gota”.
Y Rabindranath Tagore nos dice: “Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.” Y el mismo Rabindranath nos dice: “No puedes cruzar el mar simplemente mirando el agua.”
Dice el Génesis, según el pueblo Maya, citado por Eduardo Galeano en su libro “Los hijos de los días”:
Cuando leas esta crónica, nosotros estaremos volando. O quizás, cuando leas esta crónica, ya hayamos llegado. O tal vez la leas cuando hayan pasado unos años, y estas líneas queden en el recuerdo. Pero, sea cual sea el momento en el que nos leas, el sentimiento será el mismo. Porque hay cosas que nunca cambian. Hay emociones, vivencias, hechos, que el paso del tiempo no es capaz de borrar.
Fuimos el primer grupo en dejar España, y somos el último en marcharnos. Estos días que hemos pasado en Managua han sido el paso intermedio (y necesario) entre nuestro proyecto de voluntariado y el ya inminente regreso a España, aprovechando para conocer un poco más Nicaragua. Tuvimos la gran fortuna de visitar el volcán Masaya (en actividad) de noche, y contemplar su magma en ebullición. Recorrimos algunos de los barrios más pobres de la capital (“para ver la pobreza hay que salir del pavimento”). Asistimos a un fabuloso ballet folclórico nicaragüense en el teatro Rubén Darío. Recorrimos el cráter del volcán Mombacho y visitamos la ciudad de Granada. Hemos contemplado la laguna de Xiloá, de Apoyo, de Managua... Y hemos admirado la majestuosidad de la cadena volcánica (el Momotombo, el Momotombito, el Santa Clara, el Telica, el Cerro Negro...). Los hervideros de San Jacinto son otra de las maravillas de la naturaleza que hemos visto, y hemos terminado con la ciudad de León y las obras lasallistas tan importantes que en ella están, además de darnos un baño en el océano Pacífico. Todo ello en apenas tres días y acompañados por el mejor guía que podíamos desear, el imparable Hermano Manuel Estrada.
Ya estamos a punto de embarcar rumbo a España con pocas ganas y mucha felicidad. La semana ha seguido un ritmo casi normal. (Contradicciones de la vida)
Lunes, a la tarea cotidiana de pintura de verjas: un trabajo minucioso y delicado por la cantidad de espacios pequeños a pintar con letras y filigranas incluidas. No digamos nada del previo, el lijado: con utilización de navaja para la limpieza y adecuada puesta a punto de diminutos espacios para el posterior tratamiento con pintura. Los rigurosos controles de calidad de nuestra "empresa" y la profesionalidad de su personal exigen esto y mucho más.
Uno de nuestros objetivos durante los juegos y talleres de la tarde, al igual que el de Hermanos y profesores y que ya hemos mencionado en alguna ocasión, ha sido que a través de estas actividades haya un mayor acercamiento entre chicos y chicas evitando los dos grupos cerrados por sexos. Tarea ardua y lenta, sobre todo con los más mayores con los que hemos estado en esta semana. Estamos satisfechos del avance realizado. Insignificante pero significativo.
Día especial el miércoles. Cocina española para la cena. El menú consistió en: ensalada de tomate y cebolla, tortilla española, pollo a la cerveza con salteado de verduras con guarnición de pasta cocida y de postre queso de oveja de Castilla. Todo ello regado con agua y refrescos varios.
La estancia de este grupo de Voluntariado’16 va terminando, pero Mangunde (Mozambique) sigue. Nuestras vivencias son "por un tiempo determinado", pero sigue el gran proyecto de EsMaBaMa, fruto de veinticinco años de esfuerzo y de gran cantidad de personas que lo constituyen cada día.
Ahí van quedando en nuestras mochilas vitales algunas enseñanzas aprendidas, la alimentación en tiempos difíciles, la sanidad, la apuesta por la educación, las iniciativas emprendedoras... son buena parte de los mensajes que una y otra vez se entrecruzan en el diálogo con unos y otros: resolver la crisis del presente e ir apuntando soluciones que abren caminos al futuro.
Nuestra pequeña aportación en este verano’16 está cumpliendo con las expectativas aunque la realidad siempre desborda lo previsto, poderlo vivir en grupo es una gran suerte y poderlo contrastar con personas significativas en el terreno es todo un lujo. Gracias a todos y todas, con sus nombres y apellidos.
¡Buenas! Os escribimos desde Managua, donde hoy, 4 de agosto, hemos llegado para pasar nuestros últimos días en Nicaragua. Tenemos mucho que contaros, ya que desde el martes 26 de julio hasta hoy hemos estado en Waslala, nuestro destino final antes de volver a la capital. En estos últimos días no paramos de decir lo rápido que se nos ha pasado todo. “¡Ya hace más de un mes que estamos en Nicaragua!” “¡Parece que fue ayer cuando llegábamos a Ubú Norte, nuestro primer destino!” “¡Qué rápido ha pasado el tiempo, y ya estamos terminando!”... Y así es. Waslala era nuestra última casa antes de volver a Managua, y aquí estamos, contándoos cómo han transcurrido nuestros días.
El que nos recibió fue el padre Carlos. La verdad es que teníamos muchas ganas de conocerlo, porque en todos los lugares en los que hemos estado nos han hablado de él y de sus muchas anécdotas. Y ahora que le hemos conocido podemos decir que ¡tenían toda la razón! Es un hombre increíble. Lleva más de veinte años como párroco en diferentes parroquias (en Waslala lleva ya cinco), e historias que contar no le faltan, pues la experiencia es un plus.