Mirar al Sur / Noticias
Esta semana los kilómetros que nos separan de casa parecieron desaparecer. Saboreando la tortilla de patata y el pan tumaca, que con la ayuda de Corin y Joël pudimos preparar para nuestros amigos y amiga, nos hemos sentido como en casa.
La diversión continúa también por las noches gracias a que Justin y Yanick nos preparan juegos, bailes y canciones para pasar buenos ratos juntos/as.
También esta semana hemos tenidos varias salidas, Franco, el cura italiano, nos invitó a su casa dónde entre historia e historia pasamos la tarde. También visitamos Ekali, una reserva para gorilas y otros primates. Lo que más nos llamó la atención de esta reserva es que toda la población participa activamente en el proyecto cuidando el hábitat y el bienestar de estos animales.
El trabajo continuó hasta el fin de semana, que llegó con un cambio en la rutina. El sábado, una vez que nos subimos a la furgoneta, nos dirigimos a Yaundé, lo primero que hicimos allí fue visitar la comunidad de Hermanos de La Salle. Nos acogieron con mucho cariño y se esforzaron en facilitarnos la comunicación, gracias a que uno de ellos hablaba español y actuó como traductor ante el visitador del distrito de África Central (Camerún, Chad y Guinea Ecuatorial). Después dimos un largo paseo por la ciudad, hasta llegar a un bonito parque (jardines de Santa Anastasia) donde disfrutamos del picnic que llevaban preparado. Para bajar la comida decidimos bailar un poco y Mani trató de enseñarnos sus mejores pasos. Tenemos la certeza de que no tenemos las mismas articulaciones que él y por eso nos es tan difícil seguirle. Para terminar el día nos prepararon una pequeña fiesta en la “maison” y DJ Obama estuvo a cargo de la música.
Con el comienzo de la semana, llegó la hora de trabajar, el sudor, las agujetas y el cansancio. Cada persona realiza una función diferente en la obra, bien sea transportar bloques, arena, y piedra; cavar, serrar los filamentos de hierro para preparar la estructura de la casa… algunas tareas pueden parecer más importantes que otras, pero todas son esenciales para que el proyecto salga adelante. La verdad es que poco podemos aportar porque ellos son capaces de hacer en un viaje lo que a nosotras nos lleva tres, como Jane Clod que llena su carretilla con 14 bloques a pesar de sus 18 años. Al final lo más importante no es el trabajo, sino las conversaciones que tenemos entre cubo y cubo. Poco a poco nos acostumbramos a la nueva rutina, levantarnos temprano, para orar a las 6:30 y a aprovechar cada rato libre para pasar tiempo con nuestros nuevos amigos. Parece que nosotros/as también nos estamos ganando un hueco en sus corazones pues el miércoles en la oración de la tarde, Obama, con el que todos/as tenemos una conexión especial, nos conmovió rezando el Ave María en nuestra lengua, con todo el esfuerzo que ello supone, nuestros brazos se “respigaron” y no pudimos contener la emoción, hizo que nos sintiéramos como en casa.
El avión aterrizó en Yaundé (Camerún) después de seis largas horas; con todas las maletas en mano nos dimos cuenta de que, los dos años de preparación habían valido la pena; la bienvenida fue muy cálida e inesperada, llena de besos y abrazos. En un instante, Obama y Jordan se subieron al techo de la furgoneta y, entre todos, les íbamos pasando las maletas para colocarlas. En ella dieciséis personas, muy diferentes entre sí, nos dirigíamos a Mbalmayo, cantando y dando palmas dispuestos a compartir un gran mes de convivencia.
Los primeros choques culturales surgieron durante el trayecto, pues por la ventanilla se podían apreciar situaciones muy distintas a las que estamos acostumbrados y acostumbradas. Cuando llegamos al lugar que se convertiría en nuestra casa, todos los voluntarios lasalianos cameruneses estaban despiertos para recibirnos y tras una presentación fugaz nos fuimos a dormir.
Aún siguen necesitando apoyo, porque las necesidades siguen estando ahí
Ya hemos comenzado a enviar las primeras remesas de dinero a Mozambique, no sin dificultades. Ya hemos mandado 18.000 euros y a primero de mayo les llegarán más cantidades para hacer frente a las compras de emergencia y a las tareas de reconstrucción que necesitan en las cuatro misiones de la Asociación ESMABAMA.
En el apartado Emergencias de este sitio web, vamos reproduciendo lo que se ha ido encontrando la Asociación en estas semanas y de lo que van haciendo con el apoyo que reciben del exterior. Podemos hacernos una idea, aunque sea a distancia, del mucho sufrimiento que ha producido la destrucción de lo que el Ciclón Idai se encontró a su paso. Seguimos invitando a acercarse a las informaciones y a las fotos que nos van llegando.
El dinero que hemos comenzado a enviar, hay que decirlo una vez más, es el fruto del trabajo de sensibilización que se ha hecho por las bases sociales de PROYDE en las Delegaciones Locales de PROYDE, del compromiso de Comunidades de Hermanos, claustros de profesores/as y de otras personas que confían en nuestra ONGD en este caso y casi siempre.
Leer más… Emergencia en Mozambique, la primera aportación económica
Página 12 de 201