Ya estamos a punto de embarcar rumbo a España con pocas ganas y mucha felicidad. La semana ha seguido un ritmo casi normal. (Contradicciones de la vida)

Lunes, a la tarea cotidiana de pintura de verjas: un trabajo minucioso y delicado por la cantidad de espacios pequeños a pintar con letras y filigranas incluidas. No digamos nada del previo, el lijado: con utilización de navaja para la limpieza y adecuada puesta a punto de diminutos espacios para el posterior tratamiento con pintura. Los rigurosos controles de calidad de nuestra "empresa" y la profesionalidad de su personal exigen esto y mucho más.

Uno de nuestros objetivos durante los juegos y talleres de la tarde, al igual que el de Hermanos y profesores y que ya hemos mencionado en alguna ocasión, ha sido que a través de estas actividades haya un mayor acercamiento entre chicos y chicas evitando los dos grupos cerrados por sexos. Tarea ardua y lenta, sobre todo con los más mayores con los que hemos estado en esta semana. Estamos satisfechos del avance realizado. Insignificante pero significativo.

Día especial el miércoles. Cocina española para la cena. El menú consistió en: ensalada de tomate y cebolla, tortilla española, pollo a la cerveza con salteado de verduras con guarnición de pasta cocida y de postre queso de oveja de Castilla. Todo ello regado con agua y refrescos varios.

Pelado de patatas, zanahorias, judías verdes... a cargo de los pinches de cocina (5). Condimentación, preparado, supervisión –siempre el control de calidad– y servido de las viandas, cinco chefs (alguno principal). Servicios de limpieza (5): lavado de utensilios, aseo de suelos, cocinas de gas... Comensales: 7 Hermanos y 5 voluntarios de PROYDE. Resultado: una agradable velada de convivencia disfrutando, sobre todo los Hermanos, y nosotros también, del exquisito sabor de la cocina española. (Los "michelines" en el cuerpo).

El jueves nos acercamos a la próxima aldea de Booma Devi. Como en las otras aldeas visitadas, las alumnas, sobre todo, son las anfitrionas ideales. Visitar toda la aldea, empezando por el templo hindú, tomar el té o un refresco, y no se puede renunciar, presentarte y saludar a sus padres y hermanos... Despedirse, es decir, salir de la aldea, es una odisea. Los abrazos, los besos, las manos asidas, las sonrisas... convierten el momento en algo lleno de cariño y violenta marcha.

El viernes visita la Comunidad y el Centro Escolar el Hermano Consejero General Pierre Outtara. Le acompañan el H. Joseph Fernando, Presidente de la Delegación India de Hermanos de la Salle, y seis voluntarios de PROIDEBA enviados a Boy's Twom (Madurai). Recibimiento habitual en personas acogedoras como son las de la India: Vanakkam, te, pastas, frutas y refrescos –es media mañana–; presentación a los alumnos de los recién llegados y ceremonia típica de acogida y agradecimiento por la visita cubriendo a los recién llegados con una especie de pasmina y pintando dos puntos, rojo y amarillo, en sus frentes. Baile tradicional indú a cargo de alumnos y alumnas del centro en honor de invitados/as y breves discursos cierran este encuentro.

Ya queda poco tiempo y el sábado tuvimos unas pocas horas en Madurai para poder hacer alguna compra. Una ciudad desconocida, con un tráfico y ruido infernal, nos permitió adquirir alguno de los productos que estaban en lista. El tiempo no fue nuestro aliado.

Domingo. Último día. Eucaristía a las 8:30, en idioma tamil. Despedidas luego de la misa y, sin volver la vista atrás, nuestro adiós al núcleo urbano de Suranam.

Preparativos para la partida y tarde de despedida primero con los internos que agradecen hayamos pintado y decorado sus instalaciones haciéndolas más cálidas para la comida, el estudio y el descanso. Su ayuda ha sido importante quedando estampadas sus manos en la pared con el dibujo de una sonrisa en cada mano completando así la frase escrita "Una sonrisa lo cambia todo". Durante una hora nos han ofrecido un extenso repertorio de sus habilidades. El idioma no ha sido impedimento para recibir su mensaje de alegría, dibujado en sus rostros, y plasmado en sus sonrisas. Y segunda despedida en la cena con los Hermanos. Espacio especial, la terraza, para cena especial en cuanto al compartir los últimos momentos con toda la Comunidad. Una velada agradable.

Rematando esta crónica estamos en el aeropuerto de Bangalore, seis y ocho minutos de la tarde, de India, donde nos queda todavía hasta las 3:40 de la madrugada de mañana para tomar vuelo a Doha (desde donde enviamos esta cónica) y de ahí a Madrid donde esperamos llegar a las 13:10 horas. Unas cuantas horas de espera.

Su nandri es nuestro nandri.

Luisa, Luis, Mateo, Pablo y Virginia